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Una vez al año, durante la Berlinale, el mundo del cine dirige los focos hacia Berlín. Pero los berlineses están acostumbrados a despertar el interés del mundo, no en vano son, desde que los Hohenzollern establecieron su residencia en la ciudad –corría el año 1458–, ciudadanos capitalinos. Una historia que también tiene sus sombras: el nazismo y el régimen de la RDA, que partió en dos la ciudad con el Muro de la vergüenza. Desde la reunificación alemana en 1990 Berlín es de nuevo la capital indivisa. La Isla de los Museos, la Filarmónica y más de 50 teatros avalan la extraordinaria riqueza de su vida cultural. La “capital del saber” alberga 39 instituciones de educación superior. Empresas como Bayer HealthCare Pharmaceuticals abanderan la economía. Y la mayor feria de turismo del mundo, la ITB, confirma el eslogan: Berlín merece una visita.
Capital: Berlín
Habitantes: 3.866.385
Superficie en km²: 892
El Canciller Federal es el único miembro del Gobierno Federal elegido por el Parlamento. La Constitución le reconoce el derecho de elegir a los ministros al frente de las distintas áreas de gobierno. El Canciller decide además el número de ministerios y define las competencias de cada cartera. Tiene competencia directiva, es decir, fija las directrices de la política de gobierno. Concentra pues un arsenal de instrumentos de gobierno equiparable al poder de los presidentes en las democracias presidencialistas.
Para fijar las competencias del Canciller Federal el Consejo Parlamentario, órgano que adoptó la Constitución en el año 1949, se inspiró en el cargo del Primer Ministro británico. Este dispone de exactamente los mismos instrumentos de poder que el Canciller pero de hecho el poder del Canciller es mucho menor que el del premier británico. En el sistema parlamentario de Gran Bretaña por norma solo gobierna un partido, porque el sistema de representación mayoritaria británico favorece al partido más fuerte. En cambio, en el Bundestag por regla general ningún partido alcanza la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Por eso para elegir al Canciller se necesita una coalición, es decir, una alianza de partidos.
La elección del Canciller va precedida de intensas consultas entre los partidos que aspiran a gobernar juntos. Al partido más fuerte de la coalición de gobierno se le reconoce el derecho de cubrir el puesto de Canciller Federal. Además, los partidos acuerdan el programa de actuaciones para la legislatura. Los resultados de esas negociaciones de coalición se consignan en un acuerdo de coalición. Una vez dados estos pasos se procede a la elección del Canciller Federal. Las negociaciones entre los partidos de gobierno preparan y acompañan las decisiones del Gobierno Federal. Si las coincidencias políticas se agotan antes de que finalice el período de sesiones del Bundestag, se ofrece como salida el relevo del jefe del ejecutivo.
El Canciller Federal puede ser depuesto mediante el mecanismo de la moción de censura constructiva, que exige la simultánea elección de un nuevo Canciller. Esta forma activa de retirar la confianza parlamentaria obliga a los partidos representados en el Bundestag a formar una nueva mayoría gubernamental viable antes de derrocar al Canciller. Pero el Canciller Federal también puede plantear en cualquier momento al Bundestag la cuestión de confianza para comprobar si sigue gozando del respaldo irrestricto de los partidos de gobierno. Si el Canciller pierde la votación de confianza, es decir, si parte de la mayoría gubernamental le vuelve la espalda, el Presidente Federal puede disolver el Bundestag y convocar elecciones anticipadas, o bien instar a los partidos representados en el Bundestag a que intenten la formación de un nuevo gobierno. En la historia de la República Federal de Alemania nunca ha habido derrotas auténticas en una votación de confianza, pero sí, concretamente en tres ocasiones, derrotas pactadas: los diputados de los partidos de gobierno o los ministros se abstuvieron en la votación respectiva con el propósito de derrocar al gobierno (1972, 1982, 2005). Se siguió esta vía por ser la votación de confianza el único mecanismo admitido por la Constitución para lograr la celebración de elecciones anticipadas.
El Bundestag constituye la representación electa del pueblo alemán. Básicamente, las elecciones al Bundestag son elecciones de carácter proporcional en las que los votos obtenidos por un partido deben quedar reflejados en los escaños del parlamento. Sin embargo, la ley electoral también tiene elementos de votación mayoritaria. Y es que en las elecciones se otorga un primer voto a los candidatos de una circunscripción y un segundo voto a la lista estatal de un partido. La composición estatutaria estándar del Bundestag es de 598 miembros, pero recientemente ha sido significativamente superior debido al denominado sistema de mandatos adicionales y complementarios. Una reforma legislativa pretende cambiar este sistema, limitando para ello el número de diputados en el futuro. Una de las dificultades para acceder al parlamento es la barrera del cinco por ciento. Para acceder al parlamento, los partidos deben alcanzar al menos el 5% de los votos.
El Bundestag es el Parlamento alemán. Sus diputados se organizan en grupos parlamentarios y eligen de entre ellos al presidente de la Cámara. El Bundestag elige al Canciller Federal (jefe de Gobierno) y a continuación lo mantiene en el cargo si aprueba su política. El Bundestag puede relevar al Canciller negándole su confianza. En esto no se distingue de otros Parlamentos y tampoco supone una gran diferencia que en Alemania el Canciller sea elegido y en Gran Bretaña u otras democracias parlamentarias el primer ministro sea designado por el jefe del Estado, ya que siempre se nombra jefe de Gobierno al líder de un partido que pueda apoyarse en una mayoría parlamentaria.
La segunda gran tarea de los diputados del Bundestag es la legislación. También en esto el Bundestag se asemeja a los Parlamentos de otras democracias parlamentarias: básicamente aprueba leyes propuestas por el Gobierno Federal. Sin embargo, el Bundestag, que tiene su sede en el edificio del Reichstag de Berlín, no encarna exactamente el modelo de la cámara de debate que caracteriza a la cultura parlamentaria británica. Más bien responde al modelo estadounidense del Parlamento centrado en el trabajo a nivel de comisión. Las comisiones del Bundestag examinan en profundidad y con un alto grado de especialización los proyectos de ley presentados a la Cámara.
La tercera gran función del Bundestag es el control del Gobierno. La oposición parlamentaria ejerce el control parlamentario visible para la opinión pública. La parte menos visible de la función de control, pero no por ello menos eficaz, corresponde a los diputados de los partidos de gobierno, quienes plantean a sus representantes gubernamentales preguntas críticas tras las puertas cerradas de los salones de sesiones.
Los partidos se presentan a las elecciones generales cada cuatro años. En Alemania la participación electoral es tradicionalmente elevada: en los años setenta llegó a pasar del 90 por ciento y desde la reunificación, en 1990, ronda el 80 por ciento. En las elecciones al 20.° Bundestag Alemán, celebradas en 2021, la participación electoral fue del 76,6 por ciento.
El Canciller Federal y los ministros federales componen el Gobierno Federal (Gabinete). El Canciller (Jefe de Gobierno) fija las líneas maestras de la política, en tanto que los ministros dirigen sus carteras independientemente y en consonancia con dichas directrices. En virtud del principio de colegialidad, en el seno del Gobierno Federal los asuntos litigiosos se resuelven por acuerdo de la mayoría. El Canciller dirige los asuntos de gobierno.
En Alemania hay alrededor de 48.000 especies animales y unas 24.000 especies de plantas superiores, musgos, hongos, líquenes y algas. La protección de la naturaleza está consagrada como objetivo oficial del Estado desde 1994 (artículo 20a de la Ley Fundamental). Existen miles de áreas protegidas, 16 parques nacionales y 16 reservas de biosfera de la UNESCO. Además, Alemania es Estado Parte de los principales acuerdos internacionales y participa en casi 30 convenios y programas interestatales de protección de la naturaleza. Las superficies de cultivo ecológico siguen en aumento en Alemania: en 2021 representaron el 9,6% del total. A mediano plazo está previsto que lleguen al 20 %.