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No existe una única “cocina alemana”, sino infinidad de especialidades regionales, desde los espadines ahumados de Kiel hasta las salchichas blancas con mostaza dulce de Múnich. La cocina regional tiene también gran protagonismo en las creaciones de los mejores cocineros del país. En 2023, la Guía Michelin distinguió con sus preciadas estrellas a 334 restaurantes alemanes. Berlín y Hamburgo son las ciudades gourmet líderes en Alemania.
Gracias a su porcelana, Meißen es, junto a la capital del Estado Federado, Dresde, y la importante plaza ferial de Leipzig, la ciudad más famosa de la región. El Estado Libre se cuenta entre los focos económicos más dinámicos del Este de Alemania. El sector informático, la fabricación de relojes de alta gama y la industria del automóvil marcan su auge, cuyo símbolo visible es la reconstruida Iglesia de Nuestra Señora de Dresde. Hoy como antaño la cultura de Sajonia tiene su máxima expresión en la música, representada por la Ópera Semper de Dresde y el coro de la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig, del cual fue director Johann Sebastian Bach, acaso el sajón más famoso de todos los tiempos, con el permiso del insigne Richard Wagner.
Capital: Dresde
Habitantes: 4.086.152
Superficie en km²: 18.420
Los vinos alemanes son producidos en 13 regiones vinícolas, en las que, en una superficie total de más de 100.000 hectáreas, son cultivadas numerosas cepas típicas de los respectivos terruños. A excepción de Sajonia y Saale-Unstrut, situadas en el este, las zonas vinícolas alemanas se concentran en el sur y el suroeste. Aunque se cultivan casi 140 variedades de uvas, solo dos docenas tienen peso en el mercado, sobre todo, la Riesling y la Müller-Thurgau. De la producción total de vino en Alemania, dos tercios son vinos blancos y un tercio, tintos. Aproximadamente un millón de los más de ocho millones de hectolitros producidos anualmente se exporta, sobre todo a EE. UU., Gran Bretaña y los Países Bajos.